Nuestra estrategia en materia de envases tiene dos objetivos claros: reciclaje total y eliminación progresiva del plástico virgen de origen fósil para 2030
Con miras a la circularidad total de los envases
Para garantizar la seguridad y la calidad de nuestros productos durante toda su vida útil se requiere el uso de envases complejos. Las fórmulas para bebés, por ejemplo, deben conservar su alta calidad microbiológica, perfil nutricional y funcionalidad hasta 2 años después de su almacenamiento. Por este motivo, nuestro compromiso de sustituir el plástico virgen de origen fósil es uno de los principales desafíos a los que nos enfrentamos para alcanzar los objetivos de nuestra estrategia para los envases.
Seguimos trabajando en pos de dos objetivos primordiales: asegurar que todos los envases de marcas propias sean reciclables para 2025 y eliminar progresivamente el plástico virgen de origen fósil para 2030. La ambición a nivel de grupo es lograr que todos los materiales para envasado —papel, cartón, plástico y metal— sean completamente circulares en 2030.
Con respecto a la capacidad de reciclaje de los materiales, estamos cerca de alcanzar nuestra meta. La limitación es la necesidad de asegurar que los materiales en contacto con alimentos sean aptos para este uso. En la actualidad, todavía no hay alternativas a una capa interior de plástico virgen. Continuamos analizando posibles soluciones en colaboración con nuestra empresa matriz.
Reciclaje de "ciclo cerrado"
En 2022, nueva normativa de la Unión Europea abrió la posibilidad del reciclaje de "ciclo cerrado" del plástico en contacto con alimentos. Para ello se requieren un control minucioso y el procesamiento en una planta dedicada para evitar la contaminación cruzada con envases sin contacto con alimentos. Esto nos parece una oportunidad interesante y estamos analizando su viabilidad con los clientes y con nuestro proveedor de bolsas grandes. Se deben asegurar el rendimiento, las normas de seguridad alimentaria y la viabilidad comercial antes de que el plástico reciclado de ciclo cerrado pueda convertirse en realidad.
Sin embargo, para los envases que no están en contacto con alimentos, el plástico reciclado ya muestra un buen potencial. Se realizaron pruebas con una película estirable fabricada con un 51 % de plástico reciclado posconsumo. En un futuro cercano, la película se utilizará como envoltura de pallets.
Enfoque en el valor circular
Después de evaluar todos nuestros materiales de envasado existentes en 2021, comenzamos a investigar cómo incrementar su valor circular. Una iniciativa central en 2022 fue cambiar el color del revestimiento interior de plástico de nuestras bolsas pequeñas de azul oscuro a celeste, lo que facilita su reciclaje. El plástico de color es importante para nuestros clientes, ya que así pueden ver si algún fragmento de plástico entra en nuestro producto al abrir la bolsa. El plástico celeste sigue siendo muy visible, lo que asegura que no se compromete la seguridad alimentaria.
Eliminación progresiva de las tapas de seguridad
En los productos enlatados para consumidores, utilizamos una tapa de plástico de seguridad con un precinto inviolable que se arranca al abrir la lata. Para disminuir nuestro uso de plástico y el riesgo de que estos pequeños precintos lleguen al medio ambiente, estamos sustituyendo esas tapas por tapones a presión alternativos. En comparación con 2020, que fue el último año completo de uso de las tapas de seguridad, la eliminación progresiva reducirá el consumo de plástico en alrededor de 30 toneladas al año.
